La adolescencia es una etapa formativa que todos los seres humanos pasamos. En este momento de nuestra vida se experimentan situaciones complejas y que marcan para siempre.

Aquí le dejamos algunas consideraciones:

No minimices sus problemas: Los adolescentes están pasando por una etapa en la que están descubriendo nuevas situaciones y relaciones, por lo cual, es muy probable que las problemáticas por la que estén pasando, usted ya la haya vivido y por ende ya tenga la solución. Pero recuerde que, en esta etapa es importante promover que los adolescentes trabajen en la resolución de conflicto, entonces nuestro aporte debe ser el de escuchar, acoger y acompañar en el proceso. 

Evite comentarios como: “Tus problemas no son tan grandes como los míos”, “Te ahogas en un vaso de agua”, “lo que te pasa no es tan grave”, “No te deberías quejar porque no te hace falta nada”, “Nosotros también fuimos adolescentes y no fue tan complicado”, etc.

Recuerda que a veces los adolescentes…

Se sienten incomprendidos: En esta etapa los adolescentes están pasando por muchos cambios y estos no solamente son físicos, sino que hormonales, cerebrales, sociales y familiares, lo cual provoca que ellos estén en un constante redescubrimiento y por ende van a existir muchos cambios en sus pensamientos. A raíz de lo anterior, es esperable que nosotros como adultos nos sea difícil, en muchas ocasiones, entenderlos y por consiguiente, provoca que se sientan incomprendidos.  Por ello, es importante que los acompañemos en todos estos cambios, sin juzgar ni cuestionarlos, recuerde que esta etapa es de transición y que en un par de años todos estos cambios irán disminuyendo. Disfrutemos esta etapa en conjunto.

Evitan el diálogo con sus padres: Una forma sencilla de promover el diálogo y evitar que ellos se aíslen es dar la oportunidad de que expresen tal cual como lo sientan, sin que haya alguna amonestación de por medio, ni que se emitan juicios de valor. Es importante para los adolescentes sentirse escuchados y comprendidos, de esta manera se generará confianza entre ambas partes, lo que promoverá un vínculo sano.

Se crea conflicto con la figura de autoridad: Tal vez hayas notado que los adolescentes al entrar a esta etapa le toman mayor importancia a las amistades que a la de familia ¡No te asustes! es parte del proceso por el que están pasando. En esta etapa hay que entender que es normal que los vínculos de amistad estén en primer plano, y en ocasiones como adulto nos da miedo pensar que se van a alejar por completo de nosotros e intentamos a como dé lugar mantenerlos cerca y tenerlos bajo control por miedo a que puedan cometer algún error, lo que puede provocar rencillas entre ambos. Es importante saber que esto no será eterno, debemos dar el espacio necesario para que ellos se puedan desenvolver en su entorno y desarrollen herramientas que les permitan convivir y respetar al otro. Para ello debemos acompañarlos, escucharlos, aconsejarlos cuando nos pidan consejos, acogerlos cuando los necesiten y apoyarlos en este proceso.

Trata a los adolescentes como te gustaría que te trataran a ti.

Se muestran poco expresivos en sus emociones: Como lo hablamos anteriormente, los adolescentes pasan por muchos cambios. Es normal que en ocasiones estén más distantes y no expresen mucho lo que ellos sienten por miedo a ser juzgados, porque no quieren preocupar a otros, o incluso se deba a que no entienden sus emociones. Como adultos debemos darles su espacio cada vez que así lo soliciten, pero esto no quiere decir dejarlos solos y hacer como si nada pase, sino que es importante hacerles saber que estarás ahí cuando quieran hablar, llorar o desahogarse. De esta manera sentirán que tienen un respaldo y alguien en quien confiar cuando quieran.