Por segundo año consecutivo un grupo de jóvenes y profesores, liderado por Sor Lorena Alegre, llevaron el Evangelio de Jesús, demostrando un amor que lleva a la felicidad, a la isla grande de Chiloé.
La misión se lleva en conjunto con las religiosas de Santa Marta de todo el país.
Los misioneros se congregaron al iniciar el año, en enero, para animar y llevar un momento de alegría y evangelización a sectores rurales de la isla.
La “Paz le doy” fue el lema de la misión, animando la visita del Papa Francisco a Chile.
El equipo de misioneros estaba compuesto por 6 varones, 5 damas, el profesor Alex Lobos y Sor Lorena.
En Quellón se realizó la misión entre el 3 y el 12 enero.