El Circo de las Letras: una jornada de lectura y amistad entre padrinos y ahijados
El segundo piso del casino del Liceo Juana Ross de Edwards se llenó de colores, risas y magia durante el segundo encuentro entre padrinos y ahijados, una actividad que forma parte del programa de Fomento Lector del establecimiento.
En esta oportunidad, la temática fue “El Circo de las Letras”, una entretenida experiencia donde los estudiantes de 1° básico y sus padrinos y madrinas de 4° medio compartieron dinámicas inspiradas en el mundo circense para seguir fortaleciendo el gusto por la lectura.
Globos, disfraces, personajes de circo y estaciones de juegos con letras y palabras dieron vida a un ambiente lleno de creatividad. Los más pequeños participaron activamente en distintas pruebas de lectura y comprensión, acompañados de sus padrinos, quienes los animaron con entusiasmo, reforzando así la confianza y la motivación por aprender a leer y escribir.
“El fomento lector es un proceso marcado por hechos significativos. Este encuentro permite que los padrinos intervengan directamente con sus ahijados, compartiendo un momento de lectura que les ayuda a disfrutar y avanzar con seguridad en este proceso”, explicó Marianela Orrego, coordinadora del CRA.
La experiencia fue también muy valorada por los estudiantes de enseñanza media, quienes durante todo el año han acompañado a sus ahijados en diversas actividades.
“Me quedo muy contenta, fue una experiencia bonita. Recordamos nuestra etapa básica y, al mismo tiempo, ayudamos a los más pequeños a aprender jugando. Se forma un vínculo muy lindo”, comentó Sofía Gálvez, estudiante de 4° medio.
“Es una manera muy entretenida de aprender. Los niños disfrutan, corren, se ríen, y eso demuestra que aprender no tiene por qué ser algo rígido. Además, hemos visto cuánto han avanzado en lectura y escritura desde el primer encuentro. Deja huella en todos nosotros”, agregó Alexander Novia, estudiante de 4° medio.
El Circo de las Letras fue una jornada llena de alegría, aprendizajes y vínculos significativos, donde leer fue sinónimo de compartir, crear y soñar.

